Luego de casi alcanzar la perfección con Toy Story 3, Pixar se arriesga y nos trae una nueva historia de nuestros juguetes favoritos repleta del mismo corazón que siempre.
Toy Story 4 nació con la difícil tarea de mantener un cierto régimen de calidad que caracteriza a sus tres entregas anteriores, y lo consigue con una historia simple y efectiva, cargada de amor y respeto hacia los personajes. El film es una aventura con todas las letras, donde nuestro principal protagonista y conductor de la historia es Woody.
Esta película, al igual que todo lo que hace Pixar, nos plantea mucho más que una simple historia de juguetes. Abordando temas realmente complejos como el por qué de la existencia, el abandono, el desinterés, los cambios en bruscos que suceden en nuestra vida o cómo seguir luego de haberlo dado todo.... Esto, sumergido en una trama fresca y con mucho humor.
Aquí Woody alcanza su punto más alto a nivel desarrollo, su evolución y crecimiento se denotan desde un primer momento y se incrementa hacia el final de la cinta. Celebro el cambio radical que le dieron Bo Peep (Betty para Latinoamérica), convirtieron a un personaje secundario de las dos primeras entregas en una heroína totalmente ruda y auto suficiente. Forky, y el concepto que trae consigo, me parecen una maravilla, además de tener momentos muy graciosos a lo largo del film. Los otros personajes nuevos que me conquistaron fueron Ducky y Bunny, debido a que le aportan una gran cuota de humor a la película, fuera de ellos, con ninguno de los demás pude empatizar. Otro de los puntos criticables es el segundo plano que le dieron a los juguetes originales, inclusive a Buzz. Es cierto que el arco argumental de estos se cerró en la tercera parte y que ésta es una historia de Woody, pero aún así podrían haberle dado más participación.
El nivel de animación que alcanzaron en esta entrega es magistral. Es muy notorio esto en Bo Peep, comparándola con las dos primeras películas, se observa un grado de detalle increíble donde a simple vista por los reflejos de su cara notamos que ella está hecha de porcelana. También se ve esto en las calcomanías que tiene Buzz, el desgaste en ellas, en las costuras de Woody y en el pelaje del gato que aparece en un momento del film.
En resumen: Toy Story 4 es un epílogo perfecto que nadie pensó que necesitábamos.
Ata cabos sueltos y nos vuelve a dar un cierre a la altura de los personajes. Con una animación de otro nivel, la música de siempre que nunca falla, nuestros juguetes preferidos y con una aventura repleta de amor, nos despedimos de una de las mejores sagas de la historia del cine, que va a estar en nuestra memoria hasta el infinito, y mas allá.